Estoy encantado de que el Atlético vuelva a verse las caras con el Real Madrid en una final de la Champions. Para mi antiguo equipo es una oportunidad de revancha por la final de 2014. También estuvieron a un minuto en 1974. ¿No creen que a la tercera va la vencida?
Pero ¡qué final y qué estadio! Yo jugué en el San Siro, ese monumental estadio con capacidad para 80.000 espectadores que comparten el Milán y el Inter y que por fuera parece una nave espacial gigantesca. El campo es una mezcla de césped natural y artificial. Si llueve, será rápido, lo cual puede favorecer al Real Madrid. Pero los aficionados del Atlético harán más ruido, de ello estoy seguro porque son fantásticos –un poco locos y tan apasionados como los aficionados que tenemos en Sudamérica.
Estos son los años dorados no solo para el fútbol madrileño sino también para el fútbol español. Son los dos mejores equipos de Europa con diferencia a pesar de no ser los más ricos. El ascenso del Atlético ha sido increíble. El equipo ha mejorado y tiene más talento que en 2014 cuando ganaron la liga. Diego Simeone también ha mejorado como entrenador. Tiene más experiencia aunque no estoy de acuerdo con él cuando dice que la final no es una oportunidad de revancha. Claro que lo es y todos los jugadores del Atlético que jugaron en Lisboa quieren la revancha. ¿Creéis que quieren volver a experimentar las mismas emociones en la ciudad a la que consideran su hogar? No.
La gente piensa que el Atlético apenas ha cambiado porque tiene un sistema arraigado. Solo cinco jugadores del once de Lisboa están todavía en el club frente a siete del Real Madrid. Ninguno de los siete jugadores del Atlético que empezaron en el banquillo está en el equipo, mientras que los cuatro del Madrid todavía están.
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El Atlético ha cambiado a 12 jugadores en dos años, un gran cambio, y, sin embargo, el equipo sigue jugando con el mismo estilo dirigido por Simeone, dominando los partidos mediante una defensa fuerte.
Los cinco que sí jugaron –Juanfran, Diego Godin, Filipe Luis, Koke y Gabi– querrán ganar a toda costa. Todos ellos son mejores y todos están tan motivados como su jefe. Koke y Gabi se han convertido en grandes estrellas. Koke es realmente bueno reteniendo la pelota y a balón parado. ¿Vieron la jugada que hizo para parar el ataque del Bayern de Múnich que acabó en un gol para el Atlético en Madrid? Gabi, otro de mis antiguos compañeros, está en todas partes. Es el motor del equipo. Ayuda a la defensa y a la delantera. Es agresivo, es el capitán perfecto. Como Koke, es de Madrid, un fan del Atleti que procede de la cantera.
Los nuevos fichajes realmente han complementado al conjunto. El equipo es más fuerte y, si en su momento me preocupó que Thibaut Courtois se fuera al Chelsea, queda claro que Jan Oblak ha demostrado ser uno de los mejores porteros del mundo. Antoine Griezmann es también un jugador muy emocionante que –como la mayoría de los jugadores del Atlético– es capaz de jugar en muchas posiciones. No obstante, una de las mejores historias de esta temporada ha sido Fernando Torres.
En 2007 el Atlético me fichó para sustituir a Torres. Se marchó del club del cual era fan porque quería ganar trofeos. Era comprensible puesto que el Atlético no había ganado nada desde 1996. Ahora ha vuelto a un equipo que está en mejores condiciones de ganar trofeos que cualquiera de los clubs para los que ha jugado.
A principios de temporada leí mucho sobre Torres y su marcha del equipo después de esta temporada, y que era un sustituto por detrás de otros delanteros, incluido Jackson Martínez. Cuando marcó su gol número 100 para el Atlético parecía que ya lo había hecho todo para el club. Había tardado mucho en llegar ese gol y, sin embrago, desde entonces no ha parado de marcar. Su forma física es fantástica, juega cada semana y marca goles importantes. Veo a un jugador con mucha seguridad que juega para el equipo que le apasiona en su ciudad natal. Está motivado, cuenta con la confianza del entrenador y está en un equipo estable y organizado, lo cual facilita las cosas a un delantero. Créanme, sé de lo que hablo.
Antes vi un programa en un canal de televisión sudamericano en el que se decía que la final sería 70/30 a favor del Real Madrid. No estoy de acuerdo. Pienso que está muy igualado, ambos equipos tienen puntos fuertes y puntos débiles. Sigo el futbol americano y estoy de acuerdo con el principio de que si un equipo con una gran delantera se enfrenta una vez a una gran defensa, normalmente esta sale ganando.
El Madrid destaca por sus delanteros, especialmente Cristiano, Bale y Benzema, pero en el encuentro contra el Man City vi a un equipo que jugaba con precaución y a una defensa sólida que no cedió en 180 minutos. En Manchester quizás tuvieron que jugar así ya que jugaban fuera de casa y sin Cristiano. En el Bernabéu jugaron con precaución porque no les quedó otra –un gol del City los hubiera eliminado. El City, no obstante, me defraudó; pensé que lucharían más por ganar el partido aunque perder a su capitán al inicio del encuentro no fue de gran ayuda. Esto y que el Madrid mantuvo el control, exactamente como lo hace el Atlético en los partidos. Zinedine Zidane lo ha hecho bien, es listo. El equipo no juega de la manera que se esperaría de un equipo suyo. Esto hace la final aún más emocionante. Uno de estos dos pesos pesados tiene que ganar. Uno de los dos grupos de aficionados reunidos en las fuentes separadas por unos pocos metros en el centro de Madrid se irá a casa decepcionado. Esta vez espero que no sea el Atleti.
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