Diego Forlán: Lesiones como las de Luke Shaw y Rafinha forman parte del juego

Ha sido una semana fatídica en cuanto a lesiones. Fernando Gago del Boca Juniors sufrió la rotura del tendón de Aquiles a los 30 segundos del derbi contra River Plate y fue sustituido por mi compatriota Nicolas Loderio, que luego marcó el único gol del partido. La desgracia de unos es la suerte de otros.

Luke Shaw del Manchester United y Rafinha del Barcelona también sufrieron graves lesiones en la Champions League a mitad de semana. Fueron horribles de ver, sobre todo, porque son jugadores jóvenes que están entre los mejores. Espero que se recuperen bien. El Barça está teniendo la misma suerte con las lesiones que tuvo el United el año pasado por esta misma época. Y la suerte desempeña un papel muy importante en las lesiones –la mala suerte.

Las lesiones son una maldición en nuestra profesión y los jugadores son reacios a hablar de ello. Puedes estar en la cima jugando bien y perderlo todo en cuestión de segundos como les ha ocurrido a estos jugadores esta semana. A veces por entradas horribles; en otras, sin que ningún jugador esté cerca. Muchos futbolistas se han roto los ligamentos cruzados simplemente girando y haciendo un mal gesto con el pie. Hace treinta años, una lesión de este tipo hubiera significado el fin de tu carrera. Ahora puedes romperte los ligamentos cruzados y volver a jugar en ocho o nueve meses como si no hubiera pasado nada. Este es el mejor de los casos, cuando la lesión no te hace perder la velocidad o la confianza. La fuerza mental tiene tanta importancia como la fuerza física. Tienes que estar tranquilo, tener paciencia y trabajar duro para superar la frustración de no poder hacer lo que más te gusta y por lo que te pagan, y para recuperarte de cualquier lesión, pero aun así no es siempre fácil.

Mi abuelo Juan Carlos Corazzo fue un gran jugador del Independiente y de Uruguay. También dirigió a la selección de Uruguay en el Mundial de1962. Su carrera se truncó debido a una lesión y a una negligencia médica. Fue a que le operaran una rodilla y le operaron la otra. ¿Se lo pueden creer?

Entiendo por qué los jugadores se quedan con los médicos en los que confían. Thomas Vermaelen se lesionó la temporada pasada en el Barcelona –uno de los jugadores que se ha vuelto a lesionar esta semana– y decidió acudir a un especialista en Finlandia. Los jugadores hacen esto y esta puede ser una situación difícil para los clubs que tienen sus propios médicos pero hay muchos ejemplos de clubs que hacen volver a los jugadores al terreno de juego demasiado temprano después de una lesión porque el médico está presionado por el entrenador. Quizá lo mejor es que el médico del jugador y el club se reúnan y acuerden un calendario de recuperación, de lo contrario el jugador recibe instrucciones contrarias. Muchas lesiones se complican por lo que hace el jugador durante su recuperación.

Un problema para Rafa Benítez en el Inter de Milán fue su relación con el médico del club, que acabó con su salida del club italiano. Lo mismo ocurrió hace poco entre otro antiguo entrenador del Inter, Jose Mourinho, y la médica del Chelsea. Sus prioridades son algo distintas –la de él es ganar partidos; la de ella, el bienestar de los jugadores.

El problema de Benítez en el Inter fue que él quería que los jugadores se recuperasen pronto de sus lesiones y volvieran a jugar, en contra de lo que opinaba el médico. Los entrenadores están bajo presión y quieren volver a contar con sus mejores jugadores. Algunos tienen paciencia y esperan sabiendo que los jugadores deben recuperarse al cien por cien, pero no todos son así. Es un tema importante en el fútbol porque no es fácil y las valoraciones son subjetivas.

Algunos jugadores vuelven a jugar antes de lo que deberían porque sus contratos están a punto de expirar y quieren renovarlos. La compasión de toda la gente no paga las facturas ni sirve para conseguir un nuevo contrato y, por lo tanto, los jugadores asumen riesgos más altos. Otros jugadores firman un contrato con condiciones que tienen en cuenta su propensión a las lesiones.

Los jugadores que están en forma intentan no pensar mucho en las lesiones. Lo dan todo en los partidos sabiendo que es un riesgo desafortunado de su profesión –una profesión de corta duración– y esperan que no les pase nada. Podría ser peor –la carrera profesional de un jugador de fútbol americano de la NFL tiene una duración media de 3,3 años.

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El equipo nacional de rugby de Uruguay –‘Los Teros’ (que lleva el nombre de un pájaro que se encuentra en las granjas de aquí)– ha hecho un gran trabajo al conseguir llegar al Mundial de Rugby de Inglaterra y Gales, que arranca la próxima semana. En mi país, el rugby es un deporte asociado a la clase alta. No hay tantos jugadores como en el fútbol pero suelo ver a muchos de ellos ya que entrenamos en el mismo lugar. Tengo muchas ganas de verlos jugar contra Gales en el Millennium Stadium ante 75.000 espectadores y en el campo del Manchester City contra Inglaterra. También jugarán contra Australia y Fiyi. Será muy duro.

Gales es uno de los pocos países tan pequeño como Uruguay –ambos tienen 3 millones de habitantes. Pero allí el rugby es un deporte del pueblo, no como en Uruguay.

Sé que Los Teros llevan las de perder y serán minoría en Gales con toda esa gente cantando el himno nacional, pero esto no es nada nuevo para nosotros. Y nosotros también sabemos cantar –esperen a ver con qué orgullo y emoción cantan nuestro himno nacional los jugadores este domingo. ¡Estamos todos con ustedes!